jueves, 2 de abril de 2009

Patagonia (enero de 2009)

9 de enero
A las 14:30 hs teníamos la chata cargada y partimos con Malila, mi mujer, a buscar a Mónica, una amiga, por su trabajo.
Cargamos gas oil en la YPF de Echeverría y Figueroa Alcorta y tomamos la Av. Cantillo, General Paz, Richieri, Autopista Cañuelas y finalmente la RN 3, quién sería nuestra anfitriona hasta Chile, bien al sur.
Tras parar solo por combustible y viajando tranquilos, llegamos siete horas después de salir a nuestro primer destino, Bahía Blanca. Nos esperaban Andrea y Javier con un espectacular asado y flan casero con dulce de leche de postre. Al llegar, nos presentaron a Lautaro, su primogénito, de apenas unos meses de vida.
Hicimos una sobremesa que para mi fue corta para poder descansar para el día siguiente.

Javier, Moni, Andrea, Malila y yo

10 de enero
Salimos de Bahía a las 9:30 hs con destino a Puerto Pirámides. Llegamos y en la entrada a Península de Valdés, nos informaron que el camping estaba lleno. Igual ingresamos y primero fuimos para Punta Pirámides a ver la lobería. Hermoso lugar colmado de lobos marinos con algunas crías con el agua azul como paño.
De ahí fuimos para Puerto Pirámides y vimos que con el tiempo se transformó en una playa turística. Ya no es el lugar solitario y tranquilo que solía ser, sino que es más bien parecido a la Bristol en enero.
Efectivamente comprobamos en el camping que no había lugar y decidimos ir a Isla de los Pájaros, tomar unas fotos y continuar hacia Puerto Madryn.
Paramos en el camping del ACA en la única parcela que quedaba, que en realidad una mujer que se me coló en la administración la dejó y por eso pudimos acampar.
Comimos unos fideos, acompañados de fernet y vino. De sobremesa jugamos un Trivial que ganó Moni y nos fuimos a dormir.


Tormenta de tierra en la RN 3

Lobería de punta pirámides

Lobos y lobitos marinos

Playa de Puerto Pirámides

Isla de los pájaros

Puerto Madryn

Camping del ACA

11 de enero
Salimos de Puerto Madryn tras una breve recorrida por la ciudad, con destino final Rada Tilly. En el camino, pasamos por Trelew y conocimos el Museo Paleontológico Egidio Feruglio, donde hay muchos fósiles de la zona. De Trelew fuimos para Rawson, una de las capitales provinciales más chicas que conozco, tomamos unas fotos tras una breve recorrida y volvimos a la RN 3 para encaminarnos hacia Punta Tombo.
Cuando llegamos, comimos empanadas de cordero y nos adentramos en la pingüinera. Impresionante cantidad de animalitos, todos o casi todos con sus crías. Por desgracia mi cámara se quedó sin batería, pero por suerte la de Moni estaba perfecta y pudimos tomar todas las fotos que quisimos. Mientras tomaba una foto agachado, un pingüino se me acercaba y yo me alejaba porque recomiendan no tocarlos o acercarse mucho. Pero este se me venía encima y finalmente lo dejé para ver que hacía. Comenzó con un cariñoso picoteo y terminó mordiendo mi pantalón. Sacudí la pierna y tras unos segundos, me soltó y se fue como si nada. Más tarde, antes de irnos, nos quedamos un rato mirando a los pingüinos en la playa como entran y salen del mar, cosa que es bastante cómica.
Nos fuimos y retomamos el camino de perfecto ripio y luego asfalto hasta la RN 3. La idea era ir por un camino alternativo hasta Camarones pero el guardaparque nos recomendó no ir por su mal estado. Desde la RN 3 para ir a Camarones eran 140 km de más que deberíamos hacer, por lo que decidimos dejarlo para otra ocasión.
Pasamos por Comodoro Rivadavia y por fin, llegamos a Rada Tilly. Fuimos al camping Dasu, pero una mujer que aparentemente era su dueña, nos recomendó ir al camping Municipal, porque era más barato y mejor. Le hicimos caso y en lugar de $ 86, pagamos $ 30 por un camping que realmente era mejor. Comimos guiso, jugamos otra vez al Trivial que esta vez gané yo y disfrutamos del primer frío del viaje. En este punto, el viento ya era una compañía inseparable.
Al buscar un abrigo para dormir, Malila descubrió que el bidón con gas oil había perdido un poco y había perfumado a una de las frazadas. Quedó imposible para usarla dentro de la carpa. Esa noche utilizó la otra frazada y esa quedó ventilándose toda la noche.
El indio de Puerto Madryn

El museo de Trelew

Animalito del museo de Trelew

Algunos "pajaritos" prehistóricos

Monumento a J.A.Roca en Rawson

Típico tramo patagónico de la RN 3

Pareja de pingüinos en Punta Tombo

Caminando entre pingüinos

Miles de pingüinos en Punta Tombo

Que miras?

Me ataca!

Fuente de energía eólica

Comodoro Rivadavia

12 de enero
Me levanté y desperté a Malila y a Moni. Comenzamos ahí mismo a desarmar todo y después de ver que el problema del agua del día anterior estaba resuelto en el camping, nos pegamos una buena ducha y partimos para Comodoro Rivadavia.
Moni compró un libro y Malila llamó a sus padres. Yo las esperaba en la chata cargada y estacionada como pude.
Cuando volvieron fuimos a dar unas vueltas por el centro y nos dirigimos al museo del petróleo pero estaba cerrado.
Como no habíamos estado en la playa en Rada Tilly y nos quedaba de paso hacia el sur, volvimos para tomar aunque sea unas fotos. La playa tiene unas dimensiones increíbles, pero el agua es fría y el viento hace de uno un barrilete. Es raro ver que semejante playa esté desierta en pleno verano, pero con ese clima ventoso se hace imposible todo.



Playa de Rada Tilly

Salimos nuevamente por la RN 3 hacia el sur. Seguía siendo igual de solitaria como lo sería por el resto de la Patagonia. Al mediodía, estábamos ya en Caleta Olivia. Paramos en la costanera y almorzamos el mismo guiso de la noche anterior. Riquísimo!
Después de la sobremesa improvisada, dimos unas vueltas para conocer la ciudad y fotografiar al famoso Gorosito, monumento al trabajador petrolero.
Una vez más retomamos por la RN 3 con el mismo rumbo sur hasta la intersección con la RP 281. Tomamos por ella hacia Puerto Deseado, pero antes de llegar giramos por un camino de ripio con rumbo norte hacia Cabo Blanco. Tras unos 70 km de un camino bueno, llegamos. En el lugar hay una especie de sierra de piedra que se eleva solitaria en la planicie y montado sobre la cima, se encuentra el faro. Un paisaje inmejorable formado por una playa con el mar en estado salvaje golpeando las pequeñas formaciones rocosas plagadas de lobos marinos. Lo mejor de todo, la soledad.
Subimos con Malila los 115 escalones que nos separaban del faro. Moni no quiso subir. Al llegar a la cima, el paisaje se hacía inmenso. Arriba, aparte del faro, hay una especie de casa que parecía habitada pero llamamos y no había nadie. En eso apareció un perro ladrando que me sorprendió. Era un hermoso cachorro de “Street Terrier” que estaba desesperado por jugar con cuanta gente veía, es decir nosotros dos.


Faro Cabo Blanco


Tomamos fotos, tratamos de no volarnos y bajamos. Una vez en la camioneta, se me ocurrió tomar por una huella que nos ahorraba unos 20 km. Es larga la historia porque pasamos por no sé cuantas estancias cruzando tranqueras y demás. El precario camino desaparecía y de golpe aparecía otro. En fin, tardamos algo así como 4 horas en hacer 60 km incluidos los que hicimos de más por la falta de camino en algunas partes. Solo puedo decir que nos salvó el GPS y que los paisajes eran espectaculares pero solo los disfrutamos hasta que entendimos que estábamos a la deriva y se hizo de noche. Fue toda una alegría llegar nuevamente a la civilización. Como salimos de ahí lo guardo para nosotros tres.
Cuando llegamos al camping vial Cañadón Jiménez nos ofrecieron por esa noche y para no armar las carpas tan tarde, la opción de utilizar un dormi. Por supuesto que eso hicimos. Comimos y a descansar.


Playa de Rada Tilly

El Gorosito de Caleta Olivia

Cigüeñas, típicas del paisaje patagónico

Faro Cabo Blanco

Mar en Cabo Blanco con lobos marinos de fondo

Arriba, en el faro

El faro desde abajo

Playas desiertas

La maldita huella que tomamos! Esta es la mejor parte...

Población patagónica

13 de enero
Nos despertamos tarde. Yo fui solo al centro a mandar mails y compré un poco de carne para un asadito. Volví al camping y mientras yo hacía el asado, las chicas armaron campamento. El sector de las carpas era en el medio de un cañadón, que le daba el nombre al camping, que servía de reparo del viento.
Después de comer nos fuimos a recorrer. Primero fuimos a la costa de la ría, después conocimos la ciudad, el puerto, el famoso vagón de 1898, la vieja estación, la iglesia que es una de las cinco únicas del mundo que posee un faro en su campanario, la rural y la costa.



Ría Deseado


Más tarde volvimos al camping y una familia oriunda de Casilda, Santa Fe, nos regaló un róbalo a la parrilla que ellos no iban a comer. Exquisito. Nos quedamos conversando con ellos por un buen rato y después de la foto de rigor con todos, nos despedimos y nos fuimos a dormir.


Puerto de Puerto Deseado

El famoso vagón histórico

Iglesia, una de las cinco únicas del mundo con faro en su campanario

Ría de Puerto Deseado al atardecer

Puerto Deseado

Nos atacan la carpa!

14 de enero
Desarmamos y acomodamos todo nuevamente en la chata. Duchazo y a la ruta.
Fuimos derecho para Bosques Petrificados. Era bastante cerca comparado a las distancias que se manejan en la Patagonia. El camino era de buen ripio y con hermosos paisajes que disfrutabamos mientras nos acercábamos a los bosques.
Estacionamos y rápidamente nos metimos en el sendero peatonal. En mitad de camino, se largó el temporal. Viento y lluvia picante por la fuerza que traía.



Monumento Natural Bosques Petrificados

Como debía ser, al llegar al refugio después de terminar el sendero, la lluvia paró. Comimos en la camioneta. Mi menú fue sobra de sobra (comidas mezcladas de 1 y 2 días de antigüedad) y las chicas comieron el róbalo que había quedado de la noche anterior, ese que nos regalaron. Sin tele, nos entretuvimos mirando a dos zorros caminando por alrededor nuestro.


Zorro en Bosques Petrificados


Volvimos a la RN 3 y llegando a Puerto San Julián se largó el diluvio. Solo faltaba Noé con el arca! De golpe, así como se largó, paró. Entramos a la ciudad y fuimos derecho para la Nao, una réplica escala 1:1 de la nave de Magallanes que se encontraba cerrada por goteras. Recorrimos un poco la zona, pasando por el monumento a los Caídos en Malvinas y por el lugar donde se realizó la primera misa en suelo argentino. Para pasar el tiempo, decidimos realizar un paseo costero de unos 24 km de rípio arenoso. Los paisajes eran muy lindos, con altos acantilados y vistas tremendas al mar inmenso. Al finalizar el circuito, tomamos nuevamente la RN 3 hacia el sur para regresar a Puerto San Julián. Pasamos otra vez por la Nao y esta vez estaba abierta. Al ingresar, uno se encuentra con muñecos que recrean lo que era la nave en aquella época. Al ingresar al camarote de Magallanes, muy bien realizado, sentimos golpes cada vez más fuertes. Era granizo! Lo que faltaba…
Después de amainar, fuimos para el camping Municipal. Armamos las carpas y cuando quise comenzar a cocinar, se largó la lluvia nuevamente y sin ningún tipo de refugio o reparo, guardamos todo y terminamos en una pizzería.


Camino a Bosques Petrificados

Entrada a Monumento Natural Bosques Petrificados

Tronco casi intacto

Secciones de troncos petrificados

Varios árboles petrificados

Más secciones petrificadas

Nao, réplica de la nave de Magallanes

Circuito costero de Puerto San Julián

15 de enero
Salimos de Puerto San Julián casi al mediodía. Como siempre, rumbo sur por la RN 3. Llegamos al poco tiempo a la casa del guardaparque en el Parque Nacional Monte León y tras estacionar, vino la guardaparque seguida por un guanaco de 20 días, huérfano, al que le daba la mamadera. Hermoso animalito. Para este momento, ya nos habíamos cruzado con unos cuantos de estos animales y nos cruzaríamos con muchísimos más durante todo el viaje. Para Malila, eran todos "bambi".
Después de las informaciones de rigor, partimos rumbo sur y a los 6 km nos metimos en la entrada del parque.
Se trata del primer parque nacional ubicado en la costa atlántica. Posee en su mayoría fauna marina y paisajes de grandes acantilados con mareas que suben y bajan grandes distancias.
Primero fuimos hasta el final del camino, que eran 21 km de ripio y de ahí, comenzamos a volver parando en cada lugar para tomar fotos y demás. Lo único que no pudimos visitar fue la pingüinera porque se largó la lluvia y la advertencia era que si llovía, salgamos lo antes posible o después se vuelve imposible transitar hacia la salida. En el momento que comenzó a llover, con Malila bajamos de la camioneta para subir hasta la “cabeza del león”, que es la figura que le da nombre al parque. Los vientos se volvieron tan fuertes que lograban moverme con mis 125 kg! Ese es el sector donde se encontraba la lobería.
Salimos de Monte León y retomamos hacia el sur. Pasamos por un par de pueblos y llegamos a Río Gallegos.
Dimos unas vueltas y compramos víveres. En atención al turista me dieron una dirección en las afueras de la ciudad donde se encontraba el único camping y hacia ahí fuimos. Llegamos y estaba cerrado.
Antes de irnos, vi un cartel al lado del camping cerrado, que decía Camping Banco de Santa Cruz, pero algo oxidado y viejo. Nos metimos igual. Adentro todo parecía abandonado. Había una casa quemada y soledad. Comienzo a dar la vuelta cuando veo por sobre una pared un chorro de agua de riego. Estaciono nuevamente y bajo. Me meto al lugar aparentemente abandonado y tras cruzar una puerta, un oasis. Todo por la zona es piedra y desierto, pero adentro de este lugar había árboles que cubrían del fuerte viento, pasto verde y muchísimas plantas. Vi gente, llamaron al encargado y nos quedamos. Se trataba de un chaqueño que vivía hacía años en Río Gallegos y cuidaba de ese lugar. Me contó que parecía abandonado porque hacía poco se había quemado. Muy buen lugar, con un inmenso quincho con tres grandes parrillas como para asar 3 vacas enteras. Nosotros cenamos polenta y jugamos un trivial (volví a ganar!!) y después nos fuimos a dormir con la música del chiflido del viento.


Yo con el pequeño guanaco huérfano (alias Chulengo)

Entrada al Parque Nacional Monte León

De fondo, el león acostado

Malila en la cabeza del león

La lobería desde la cabeza del león

El camping de Río Gallegos

16 de enero
Amanecimos y con Malila desayunamos. Ducha y a desarmar. Moni en tanto, hizo al revés, como hicimos siempre. Nosotros habíamos cambiado el orden a pedido de Malila por el frío.
Salimos del oasis de Río Gallegos hacia la frontera con Chile. En el camino tomamos un pequeño desvío hacia el oeste por una ruta mitad asfaltada y mitad ripio bueno, y al cabo de unos poquísimos km llegamos a la laguna Azul. Al llegar, el viento frío nos tumbaba. El lugar es hermoso. El color del agua es impresionante y las vistas inmejorables. Lástima las condiciones climáticas.
Volvimos camino a la frontera por la RN 3 y llegamos en pocos minutos. Tras tres horas de burocracia pudimos cruzar hacia Chile y nos rumbeamos hacia Punta Arenas. En la cola de la frontera, me había hecho amigo de una pareja de franceses que estaban en su propio vehículo al que habían traído por barco hasta Panamá hacía seis meses.
Al llegar a Punta Arenas, fuimos derecho a la zona franca. Hicimos algunas compras y nos fuimos al centro. De casualidad, conseguimos una casa de cambio abierta y compramos pesos chilenos. De yapa, el dueño de la casa de cambio nos consiguió alojamiento en la casa de una mujer que alquilaba habitaciones con desayuno. Excelente lugar, por pocos pesos y a cuatro cuadras de la plaza del centro!
Dejamos la chata en la cochera de la casa, bajamos las cosas útiles y nos fuimos a comer centolla y calamares. Muy rica comida típica de la zona y por un precio más que conveniente, ya que solo pagamos $ 40 ars por persona.
Volvimos a nuestro hospedaje con cochera, tele, WiFi y demás comodidades, nos recostamos a descansar y siendo las 23:00 hs, aún era de día!!! Muy de día…


Estrecho de Magallanes

Plaza de Punta Arenas

Calle Fagnano, Punta Arenas

Edificio frente a la plaza, Punta Arenas

17 de enero
Salimos del residencial de Paulina después de desayunar y pegamos unas vueltas por la ciudad. Encaramos para la zona franca a cambiar una mochila que nos habían dado mal y de paso compramos algunas cosas más. Yo aproveché para comprar el regalo de cumpleaños de Malila que era en unos días más.
Salimos de la ciudad rumbo norte por la RN 9 hacia Puerto Natales. El camino es muy pintoresco y los paisajes “nuevos” de cordillera comenzaban a dejarnos boquiabiertos.
La llegada a Puerto Natales es por “arriba” de la ciudad y las panorámicas con los fiordos y el Pacífico de fondo son tremendas. Todo esto coloreado por los techos de las casas. Espectacular.
Cargamos diesel porque la chata llegó con el envión de la bajada y fuimos a acampar.
Una vez armado todo, salimos a recorrer caminando por el pueblito. La costanera, la plaza, negocios, feria artesanal y por ´ltimo, nos metimos en un supermercado a reponer algunos víveres. Como debe ser en Chile, compramos cholgas, choritos y almejas.
Volvimos para el camping/hostal donde paramos ya con algo de lluvia. Usamos un poco de internet para los mails de rigor y jugamos un burako.
A mi me dejaron usar la cocina del hostal para cocinar, y mientras estaba con la cocinera, cada tanto entraba la otra dueña con algún que otro israelita alojado. Estaba lleno de ellos. Lo curioso era que ambas mujeres solo hablaban en “shileno” pero entendían todo lo que les decían en hebreo. Sería la costumbre. Lo más curioso era que ellas contestaban en “shileno” y los pibes de Israel entendían perfectamente todo. Parecía una charla de locos en la cocina!

Puerto Natales

Costa de Puerto Natales

Bicicleta de nuestros vecinos alemanes

Descansando en la costanera

Milodón


18 de enero
Salimos para el Paine. Como hace algunos días, la lluvia nos acompaña. La primer parada que realizamos es en la Cueva del Milodón.
Se trata de una cueva natural inmensa. Ahí mismo encontraron restos de un animal prehistórico parecido a un oso llamado milodón. En la misma cueva, hallaron restos humanos de miles de años de antigüedad, pero lo que aún no pueden comprobar es si son contemporáneos los restos del milodón con los de los humanos. En fin, recorrimos toda la cueva donde la temperatura baja y la luz a medida que nos adentrábamos, escaseaba; aunque siempre había claridad como para movilizarse.


Cueva del Milodón


Seguimos desandando camino y llegamos a la portería Serrano. Pagamos $ 100 ars per cápita y pasamos. Lo primero que visitamos, fue el glaciar Grey. Caminamos aproximadamente una hora en compañía constante de la lluvia y llegamos.
Se trata de un lago donde uno ve de bastante lejos al glaciar. El paisaje es hermoso, ya que para llegar uno camina a través de un bosque.
Al llegar al fin de nuestro recorrido, con lluvia y frío, nos pasó un chico de unos 20 años con pantalón corto y musculosa. Frenó delante nuestro y se mojó con el agua del lago, al lado de un pequeño iceberg. Se acomodó las zapatillas y comenzó a trepar la pared de piedra que había adelante nuestro y en pocos minutos subió los 30 metros que había.
Volvimos a la camioneta y seguimos hasta el salto chico, también con lluvia. Después armamos campamento en el camping Pehoé, a orillas del lago homónimo. Tanto el lago como el río del mismo nombre, comparten un color verde fosforescente impresionante.
Cocinamos un arroz con cholgas y choritos y nos fuimos a dormir.
A pesar de que el camping nos brinda un refugio bueno, el viento nos tiene a maltraer toda la noche. Nuestra carpa era la más expuesta y al despertar al otro día me di cuenta por qué se sacudía tanto…


Llegando a la Cueva del Milodón

Interior de la Cueva del Milodón

Parque Nacional Torres del Paine

Lago Toro

Puente colgante sobre el río Pingo

Lago Grey con Glaciar Grey de fondo

El escalador

Lago Pehoé

Salto Chico

Vista desde el camping Pehoé

19 de enero
Al despertar, me entero que Moni fue al baño por la noche y tropezó con uno de nuestros vientos, el más necesario, y sacó la estaca. Por eso la carpa no paraba de moverse!
Teniamos planeado quedarnos 3 noches en Torres del Paine, pero por el clima lluvioso, decidimos partir. En nuestra partida, recorreríamos todo lo posible en la chata y el trekking quedaría para otro viaje. El rumbo era incierto.
Visitamos la cascada grande, un par de miradores y finalmente llegamos a la portería Laguna Amarga. Ahí mismo, cruzamos un puente colgante de dudoso aguante al ver que una camioneta de mayor porte que el nuestro lo cruza sin problemas. Estuvimos previamente en dudas de cruzarlo porque un cartel indicaba que se trataba de un puente deteriorado que no soportaba más de 1500 kg.
Iniciamos un camino ascendente hacia el camping Las Torres con unas maravillosas vistas a los picos más famosos del parque. Un poco de niebla opacaba nuestra visual, pero no nos molestaba.
Llegamos al camping, el hotel y pegamos la vuelta por la lluvia torrencial que nos hacía la vida imposible.
Una vez en la portería, salimos del parque, pasamos por la Laguna Amarga y tomamos las últimas fotos de los picos que ahora sí, se veían perfectamente.
Seguimos por el camino y llegamos a Cerro Castillo. Ingresamos al edificio de la aduana chilena y un contingente de japoneses que no hablaban español no entendían que no podían pasar a Chile con salamines argentinos. Cuando lo entendieron, sacaron los salamines y comenzaron a repartir porciones. La verdad es que estaban buenísimos. Ellos lo bajaron con un tinto Los Árboles malbec el cual, no convidaron. El tamaño de esos tres salamines era impresionante, ya que cada uno tenía unos 8 cm de diámetro y unos 40 cm de largo.
Con mucha bronca por la lluvia, cruzamos para Argentina y a partir de ahí, el clima pasó a ser de lo mejor.
Fuimos para El Calafate. Viajamos con rumbo norte por la RN 40 de ripio y finalmente llegamos a la tardenoche e hicimos unas compras necesarias de víveres. Hice un guiso de arroz al disco con chorizos y carne de cordero que estaba terriblemente bueno. Manjar!!
Acomodamos todo, se guardó la comida sobrante para el otro día y a dormir todo el mundo con la tranquilidad que al otro día no había que desarmar ni hacer ruta. Teníamos al menor dos días de tranquilidad, un placer teniendo en cuenta el rítmo que llevábamos.


Espectacular vista de los picos negros

Salto Grande

Puente sobre el río Paine

Torres del Paine

Frontera Argentina - Chile

Choiques (ñandú petiso) cruzando por la RN 40

20 de enero
Día libre. Salimos a conocer la hermosa ciudad, recorrimos su costanera a orillas del lago y toda la bahía. Después caminamos un poco por el centro y volvimos para el camping a comer.
Malila se sentía mal y se fue a dormir. Moni fue a un ciber a bajar sus fotos y mails y yo que lo había hecho al mediodía, volví solo al centro a caminar. Tipo 22:00 hs me fui a dormir. Ya teníamos contratado para el día siguiente el trekking en el glaciar Perito Moreno y teníamos que despertarnos temprano.


Costanera de El Calafate (Lago Argentino)

21 de enero
Nos despertamos temprano, a las 7:15 hs. Duchazo, desayuno rápido y partida para el Parque Nacional Los Glaciares.
La primera vista al glaciar Perito Moreno fue fabulosa. Desde lejos ya se veía imponente.
Nos embarcamos y nos llevaron al refugio al otro lado del brazo del lago Argentino. Comenzamos a caminar por un bosque frondoso y terminamos la caminata en una playa frente al glaciar. Terrible vista. Para quienes lo conocen, ya saben lo que digo, pero para los que no; no hay palabras que describan como es verlo en vivo.
Nos dieron una breve explicación de los glaciares en general y subimos de la playa hasta un lugar al lado del glaciar donde nos dieron los “crampones”. Nos explicaron como caminar por el hielo y ahí nomás, comenzamos. Extraordinaria la sensación de estar ahí, en esa inmensa masa de hielo. Fue una experiencia única e indescriptible.
Pasamos grietas, túneles, agujeros de agua y culminamos la caminata con una sorpresa escocesa deliciosa de unos 40º…


Caminando en el glaciar


Las vistas que nos ofreció el Perito Moreno desde arriba son sorprendentes y totalmente únicas. Lo recomiendo para quién tenga la oportunidad.
Vale aclarar que la caminata se trató en parte de un regalo que nos hizo Moni a Malila y a mi por nuestros cumpleaños, uno de los mejores regalos que nos hicieron.
Al terminar el trekking, caminamos de regreso por el bosque y volvimos al refugio a comer unos sanguchitos con la mejor vista posible. Vino el barquito a buscarnos, nos cruzó hasta la chata y partimos hacia las pasarelas. Ahora pudimos ver la magnitud del Perito Moreno pero desde arriba y en su totalidad. Gigante, hermoso.
Fotos y fotos, y después de un pálpito, comencé a filmar una parte que parecía débil. A los pocos segundos, se cae y más tarde otra gran caída. Ambas filmadas! Justo cuando finalizó la última caída, se me apagó la cámara por falta de batería. Por suerte, pude filmar y fotografiar todo.

Rupturas en el Perito Moreno

Volvimos para El Calafate, caminamos un rato y paramos en un bar a tomar algo. Ya en el camping, terminamos comiendo bajo la lluvia. Después de guardar todo, paró y no llovió más. Sobremesa y al sobre.


Glaciar Perito Moreno desde el barco

Viste al glaciar desde el bosque

Frente del Glaciar Perito Moreno

Glaciar Perito Moreno

Crampones para el hielo

Caminando sobre el agua

Agujero en el hielo

Grieta

Escalando el hielo

Los colores del corazón

Frente del glaciar desde arriba

Base donde se colocan los crampones

Desde el bosque

Trekking sobre el Perito Moreno

Puntas del Glaciar

El Perito Moreno en toda su magnitud

Tunel

Brindis!

22 de enero
Nos fuimos para El Chaltén. Llegamos con unas imponentes vistas del Fitz Roy. Hay gente que tras cinco o seis veces de ir no conoce el Fitz Roy porque el 99% de las veces, está tapado con nubes. Nosotros a la primera lo vemos limpito!! Se veía absolutamente todo y era excelente.
Acampamos y partimos para la caminata “Nido de Cóndores”. Tras subir en esta caminata que es de las más fáciles, nos dimos cuenta que “la capital del trekking” no era para nosotros. Otra cosa que nos desalentó a quedarnos fueron los costos. Como hay mucho turismo internacional, los precios son altísimos, pero para nosotros que vivimos con pesos, pagar $ 15 ars por un pancho pelado o $ 21 ars por un paty, nos pareció un robo. Que se metan el pancho en el…
Como última visita hicimos el recorrido por el Chorrillo del Salto y volvimos.


Imponente cerro Fitz Roy

El Chaltén

Con el Fitz Roy siempre despejado

Chorrillo del Salto

Fitz Roy

Última vista del Fitz Roy

23 de enero
Nos fuimos para Cueva de las Manos para terminar en Los Antiguos pasando antes por la localidad de Perito Moreno.
Comenzamos nuevamente a recorrer la RN 40, con tramos de ripio y otros asfaltados. Llegamos a Bajo Caracoles, un caserío donde un gomero cobraba $ 70 ars a un extranjero por un parche!! Ladrón!!! Aparentemente en casi toda la Patagonia se aprovechan del turismo. Quizá algún día se den cuenta que deberían cuidar un poco más a su fuente de ingreso, que somos los turistas.
Una vez en Cueva de las Manos, se me ocurre decirle a Malila que una camioneta estacionada ahí era la de Hernán y Ale, con quienes compartimos varios viajes entre los cuales está el del año anterior a Machu Picchu.
Comenzamos el recorrido del sendero y a mitad del mismo, aparecen Hernán y Ale junto con los chicos amigos que viajaban con ellos, Víctor, Caro y Mora. Nos encontramos en el lugar más inesperado!!
Tras saludos, charlas y demás, terminamos nosotros nuestro recorrido y decidimos cambiar Los Antiguos por Hipólito Yrigoyen en el lago Posadas para pasar al menos una noche juntos y poder compartir una cena entre todos.
Hicimos una carne a la parrilla, de la cual aún hoy está en duda su corte, ya que era como un vacío con matambre. Acompañamos el “asado” con una mezcla de varias verduras al disco y tras una larga sobremesa, nos fuimos a dormir.


Río Pinturas

Cueva de las Manos

Más pinturas

El encuentro

24 de enero
Después de despedirnos partimos y decidimos nuevamente, ir por una huella. Tropezamos otra vez con la misma piedra…
Eran 190 km hasta llegar a Los Antiguos y lo hicimos en 5 horas. La verdad, fue cansador y largo el trayecto, pero valió la pena por los inmensos y preciosos paisajes que nos deslumbraron. En un momento, íbamos a la par de la frontera con Chile. Solo nos separaba un arroyo del país vecino. De más está decir que la huella estaba en muy mal estado.
Tras llegar a Los Antiguos, comimos y fuimos para el Lago Buenos Aires. A mi particularmente, es el lago que más sorprendido me dejó por la variedad de azules y celestes que posee. No tengo idea del por qué, pero le da una imagen asombrosa.
Nos fuimos para Perito Moreno y pegamos una breve recorrida. Continuamos al norte por la RN 40 y no paramos hasta Esquel. El tramo fue de ripio, asfalto, ripio, asfalto en pésimo estado, asfalto en reparación, desvíos de ripio, etc. Llegamos a Esquel cerca de la 1:00 y toda la capacidad hotelera de la ciudad estaba ocupada. Lo mismo pasaba con las cabañas. Moni y Malila se encapricharon en no ir al camping del Parque Nacional Los Alerces, donde estaba previsto acampar; y es por esto que ellas se quedaron en el minimercado de una YPF despiertas toda la noche. En tanto, yo dormí unos horas en la camioneta con un frío que escarchaba. Esa fue la peor noche de todas. Yo venía muuuuy cansado de tanto manejar y no tenía manera de descansar en la camioneta por lo incómodo y por el frío.


Azules del Lago Buenos Aires

25 de enero
Me despertó Malila muy temprano y nos fuimos para Los Alerces. Llegamos a Trevelin porque el otro camino, el más directo desde Esquel, estaba cerrado por reparaciones. Cargamos gas oil y seguimos viaje. Llegamos a la entrada del parque y como estaba cerrado, una mujer que trabajaba ahí nos dijo que pasemos que no nos iban a cobrar la entrada por el horario. Eran las 7:00 hs y el parque abría en una hora.
Unos kilómetros adentro, paré en un camping con todos los servicios y playa en el lago Futalaufquen. Armamos y Malila durmió hasta el mediodía. Moni se dedicó a lavar ropa y yo por fin, me fui a pescar.
Ese mediodía comimos guiso. Por la tarde fui a pescar nuevamente pero las truchas estaban en otro lado. Lo lindo era la paz del lugar y las vistas al lago con las montañas de fondo. A las 17:30 hs volvimos con Malila al camping, dormimos una siesta mientras Moni leía y al rato nos despertamos. Estábamos tan cansado de la noche anterior, que cenamos rápido y nos fuimos nuevamente a dormir.


Lago Futalaufquen desde la costa del camping

En busca de la trucha

26 de enero
Nos despertamos bien descansados y dedicamos el día a recorrer el parque. Fuimos desde el camping al sur del lago Futalaufquen recorriendo sus orillas hasta su fin en el norte, donde comienza el río Arrayanes. Ahí hicimos nuestra parada y tras cruzar el puente peatonal colgante, recorrimos el sendero que va bordeando el río Menendez. El agua es de color transparente y la verdad, a mi me daban ganas de bañarme. Lástima que sea tan fría.



Sendero del río Arrayanes


La vegetación es densa y hay una gran variedad de animales. El sendero tiene muchos lugares donde explican todo con excelente claridad, como por ejemplo un lugar con varios paneles donde muestran las huellas de cada animal para poder identficarlas en caso de verlas. Volviendo a la vegetación, en el sendero hay un alerce de unos cientos de años que apenas es un niño comparado con los milenarios del resto del parque. Al final del sendero, nos sentamos un rato a apreciar el lago Menendez con el glaciar de fondo. Desde ahí emprendimos la vuelta pero por otro camino, y terminamos en el lago Verde. Una vez que terminamos el recorrido, nos sentamos bajo el puente colgante a almorzar.
Pegamos la vuelta y al llegar, compramos carne que luego asé en la parrilla. A las 0:00 hs, brindamos por el cumpleaños de Malila y comenzamos los festejos que seguiríamos después.


Río Arrayanes

Lago Menendez

Pesca con mosca

Lago Futalaufquen

Camping Los Maitenes

27 de enero
Nos fuimos para Trevelin para una casa de té galesa. Averiguamos y estaba cerrada. Nos quedamos tomando mate en la plaza y pensamos que para no perder tiempo, podíamos salir a recorrer un poco. Tomamos la RN 259 hacia el sur y nos dirigimos en dirección a la frontera con Chile.
En el camino, ingresamos en un camino de ripio secundario y llegamos a las Cascadas de Nant y Fall. Se trata de 3 cascadas que se recorren a través de un sendero peatonal muy corto. La primera es chica, la segunda un poco más grande y la tercera es aún más grande; y desde su mirador se aprecia una gran vista del valle y la cordillera.
Salimos y como ya teníamos decidido desde antes de salir de Trevelin, fuimos derechito para un ahumadero. Es que somos tres gorditos que los delicatesen nos pueden…
Al llegar al ahumadero, el dueño del lugar, un ex cura o monje o algo por el estilo, nos atendió de primera y nos dio una gran explicación de cómo hacía sus productos. Lo bueno vino después cuando nos dio una degustación de cada cosa, incluidos los licores. No hay palabras. Todo era para llevarlo. Un placer para el paladar. No resistimos y nos llevamos algunas cositas para Buenos Aires que duraron horas.
Tras la degustación del ahumadero, volvimos para Trevelin a tomar el famoso té gales que nos invitó Malila a modo de festejo de su onomástico. La mesa abundante de pan, manteca, queso, te y leche. Todos productos caseros. Cuando la mesa quedó semivacía, la dueña del lugar nos trajo una porción de cada una de las cinco tortas para cada uno!!! Terminamos exhaustos de tanta comida, pero como gorditos felices!!
Para terminar el día, nos fuimos a recorrer Esquel, que solo habíamos conocido de noche el día que llegamos.
Caminamos un rato, aprovechamos el cajero automático y volvimos a los Alerces.
En la entrada al Parque Nacional, nos pararon para pedirnos la entrada o cobrarnos, pero como habíamos ingresado muy temprano, no habíamos pagado. Quisimos pagar pero la guardaparque nos dijo que pasemos, que ya estaba cerrado. En fin, quisimos pagar ambas veces, pero o por muy temprano o por muy tarde, pasamos gratis.


Trevelin

Cascada de Nant y Fall

Otra de las cascadas de Nant y Fall

Delicatesen

Casa de Té

28 de enero
Dejamos el Parque Nacional Los Alerces tras haber pasado un par de días de descanso y de haber disfrutado de ese hermoso lugar.
Fuimos para el norte y paramos recién en Lago Puelo. Se trata de un típico lago del sur, con hermosos paisajes montañosos, agua cristalina y fría y una playita de rocas. Ahí comimos una picada de salamines y quesos caseros que compramos a la salida de Los Alerces y que yo tenía fichado desde el primer día que fuimos al parque. Delicioso y muy agradable con esas vistas.
Salimos después de comer y caminar un rato por el lugar y llegamos en pocos minutos a El Bolsón, ya en la provincia de Río Negro. Ahí solo paramos para hacer una escala técnica: unas cervecitas artesanales. Cada uno tomó una variedad. Malila tomó cerveza rubia, Moni cerveza negra y yo colorada. Me gustó tanto esa cerveza, que le saqué una foto para recordar la marca!
Seguimos camino y tras pasar por Bariloche, fuimos a Colonia Suiza. Hacía ya dos años que no paraba en la colonia y se nota que está en pleno crecimiento.
Cuando íbamos para el camping Goye, al lado paramos en unas cabañas nuevas a preguntar el precio pero solo por curiosidad. Como nos ofrecieron unos dormis por $ 25 ars cada uno y eran muy buenos, directamente nos quedamos ahí. Más tarde cocinamos y comimos ahí mismo en un SUM que tienen y de sobremesa jugamos un trivial. Después, a descansar.


Lago Puelo

El Bolsón

Tricolor

Brindando porque sí

Catedral de Bariloche

Hotel Llao Llao

Arroyo López

Otra del Arroyo López

29 de enero
Nos despertamos y partimos hacia el cerro Catedral. Subimos por el teleférico y aerosilla, y para mi sorpresa no había ni una gota de nieve. Nada. Solo había unas manchitas bien arriba, como a una hora de caminata.
Sacamos varias fotos, nos sentamos a charlar un rato y bajamos para ir al centro de Bariloche.
Recorrimos Mitre, la calle comercial y paramos a comer. Más tarde, fuimos al Centro Cívico y caminamos un poco más.
Para la noche, ya estábamos en Colonia Suiza. Decidimos no cocinar por ser la última noche y es por esto que fuimos a un pequeño restaurant típico de ahí y cenamos trucha. Decir que estaba rico es poco. Antes de comer, ya habíamos dejado la chata cargada con todas las cosas como para a la mañana siguiente ducharnos y salir bien temprano para Buenos Aires.


Tocando la nieve de lejos

Sin nieve en la cima

Alta en el cieloooo...

Centro Cívico de Bariloche

Colonia Suiza

La última cena





30 de enero
Amanecimos a las 6:00 hs y a las 7:00 hs estábamos partiendo, tal como estaba planeado. Nuestra primer parada fue en Centenario, Neuquen; donde vive mi tía. Almorzamos con ellos y tras una breve sobremesa, partimos. De pasada paramos en el trabajo de una de mis primas que no veía desde hacía años. Saludos, breve charla y a la ruta.
El viaje fue tranquilo. Tomamos en 25 de Mayo la ruta del desierto y después la RN 5. Tuvimos un poco de lluvia y tipo 2:45 hs llegamos a casa. Primero la dejamos a Moni de pasada, bajamos sus cosas y partimos con Malila a nuestro departamento, a unas pocas cuadras. La mayoría de las cosas las dejamos en la cochera y así como llegamos, nos fuimos a dormir.

Los integrantes del viaje somos:


Malila, Moni y Adrián

Y viajamos con:


Nissan Frontier SE 4x2 modelo 2007

Recomendaciones:
El viaje se puede realizar en cualquier vehículo sin ningún problema, aunque debido a los caminos de ripio, es mucho mejor utilizar una camioneta. Es un viaje recomendable e imperdible por toda la variedad de paisajes marinos y de montaña que se pueden conocer. Recomiendo plenamente hacerlo como nosotrso, es decir primero por la costa atlántica y luego volver por la montaña, ya que de esta manera se hace más llevadero y se aprecian mejor todos los lugares.
En este viaje manejé yo solo y sin problemas, pero para quien no está acostumbrado o no le gustan las distancias tan largas, recomiendo ir con un copiloto para repartir los tramos de manejo. Por partes se hace cansador, pero vale la pena. A pesar de ir en época de verano, de noche el viento y el frío se hacen sentir mucho, por lo que son necesarios abrigos y buenas bolsas de dormir. Volviendo al viento, llega un momento que se hace un compañero diario y en ocasiones hay que lidiar con él.
En cuanto a la navegación, llevamos el GPS Garmin Map 60 CSx. Además llevamos las guías del ACA y el Atlas de Rutas Firestone para Argentina (altamente recomendables ambos) y para Chile las guías Turistel (también altamente recomendables)
A continuación dejo unos archivos para descargar, que son el mapa de rutas de Argentina en formato PDF, mapas de rutas y ciudades de Chile en formato JPG y nuestros tracks ruteados:


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